lunes, 14 de febrero de 2011

Celestina vs Cupido



14 de Febrero es una de mis fechas preferidas... para hacer bromas mientras me saboreo los chocolates que me caen por parte de mis amigas o el vecino de al lado.

Cuando era chavita era taaan ñoña que yo misma le llevaba almuerzo a mi novio, me tardaba horas en elegir un chocolate para él y siempre esperaba unas flores que nunca me iban a llegar. Luego de cortar con mi último novio, me dediqué a realizarles bromas a los enamorados, pero este año se me escondieron todos y no supe qué hacer... hasta que el sábado recibí visita de Eric, un vecino que tiene fama de "hacedor de hijos".

Eric me pidió que le ayudara a elegir un buen regalo para su novia y tras una serie de preguntas, le sugerí que comprara guantes porque ella se queja de que siempre tiene las manos heladas. Pero como él se puso en huevón mode no quiso ir conmigo a buscarle unos.

"¿Cómo quieres regalarle algo si hasta te da flojera ir a las tiendas?"
"Esas son cosas de niñas y de maricones, mejor ve tú"
"¿Por qué yo?"
"Porque eres vieja"


Como ni siquiera me dijo "por favor", decidí que él sería mi objetivo de este año. Con la plata que me dio le compré a la chica en cuestión un lindo par de guantes negros con una correa por donde va la muñeca. Me quedó bastante dinero y mientras me iba a formar en la caja, vi que las tangas estaban de oferta. Entonces se me ocurrió comprar dos pares que se vieran atrevidísimos... y le pedí a la dependienta que los envolviera junto con los guantes. Me miró raro pero creo que fue por la sonrisa que se formaba en mis labios.

Por la tarde, Eric me llamó para ver si ya tenía listo el regalo. Le dije que sí, pero luego agregué que sería mejor si le escribiera una cartita junto con el paquete. De nuevo, me dejó a mí el trabajo porque dice que soy muy elocuente con las palabras. Pensé y pensé largo rato, hasta que por fin redacté:

"Elegí este regalo porque me di cuenta de que no usas nada de esto cuando salimos por las noches. Me parecieron prácticos y fáciles de quitar. Son de un color muy bonito. La dueña de la tienda donde los compré me enseñó el par que ella había estado usando en las últimas tres semanas, y no se notaba que estuviesen manchados. Le pedí que se probara los tuyos para ver qué tal estaban y he de señalar que se le veían estupendos.

Desearía estar ahí para ponértelos por primera vez; sin duda, otras manos entrarán en contacto con ellas antes de que yo te vea de nuevo. Serás la sensación de todos tus conocidos. Piensa en las miles de veces que te voy a besar en el futuro si los usas. Espero que los modeles para mí este sábado por la noche

Con amor,

Eric"


Con todo esto, le di el paquete y la carta a Eric ayer por la noche. No he recibido llamada esta mañana con alguna queja, así que he de suponer que le fue bien a los dos... o que todavía no explota la bomba. ¿Así o más tremenda?

Acabo de recibir un modesto ramillete de claveles que dejaron en la puerta de mi casa, pero desconozco quién las mandó. Quien haya sido, agradezco el detalle.

Feliz Día de San Valentín, cursis.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Febrero Loco

En un dos por tres llegó el mes de febrero y ayer por la noche reportaron en las noticias que se venía una corriente de frío. Como en estos días había hecho buen clima y nunca tomo en serio los reportes metereológicos, pensé que estaban exagerando las cosas.

Esta mañana comenzó a hacer fresco pero eso no me detuvo de salir a devolver unos libros a la biblioteca. Cuando salí, casi me tumbó un ventarrón helado que me hizo salir corriendo para regresar a mi casita a calentarme un poco. ¡Dios! Hasta apenas ahora entiendo porqué le dicen "Febrero Loco" a este mes.

Todo el camino de vuelta estuve haciendo mucho esfuerzo para no decaer, pues soy alérgica al frio. No llevaba el abrigo necesario para esta clase de temperaturas y mis manos se pusieron rojas y medio inflamadas. Vi a una rarámuri con sus niños vistiendo ropa veraniega y sentí pena. En serio que los indigentes deben de estarla pasando fatal con tan bajas temperaturas... lo digo literalmente porque a menudo amanecen muertos en las calles por hipotermia.

Cuando llegué a casa, estaba acatarrada, con los dientes temblando por cuenta propia y apenas podía moverme. Me recosté y tomé una infusión de canela pero no me duró mucho el gusto porque dentro también está helado. Apenas hoy veo de nuevo el noticiero y dijeron que mañana se esperaba más frío, y para colmo, también lluvia... ¡Me lleva!