¡Enferma de Twilight!

ADVERTENCIA: A los fans de Crepúsculo se les recomienda abstenerse de leer esto si no quieren sufrir un buen coraje o una ofensa hacia sus gustos, a cada quien lo suyo ¿no?

Recuerdo que la primera vez que oí hablar de la saga de Crepúsculo fue en Octubre del año pasado. Estaba pasándome por el sitio de una revista que me gusta mucho y ésta promocionaba los boletos de la película mediante una trivia sobre los libros. A mí no me interesó mucho porque el actor que interpreta a Edward Cullen (Robert Pattinson) me parecía de lo más feo y prácticamente pasé de la fiebre Twilight que azotó repentinamente en nuestro país.

Ya en diciembre, cuando se estrenó la película y me invitaron a verla, me puse a investigar un poco de la misma en la Santa Wikipedia y me enteré de que se trataba de la típica historia de humanos que se enamoran de vampiros y bla bla bla... Aún así me animé a echarle el visto bueno porque algunas historias de ese tipo me dejaron buen sabor de boca. Además, el actor que interpretaba a Jacob Black (Taylor Lautner) me pareció lindo.

Al principio el filme iba bien, hasta que pasaron por alto el hecho de que los vampiros nunca salen de día (sin importar que esté nublado el cielo), pero lo que más me sacó de onda fue... ¡que a los vampiros les brilla la piel como si les hubiera caido un costal de diamantina encima! WTF? (por eso apodé a Edward "cursi escarchado"). Bella Swan me pareció un personaje demasiado soso y sin chiste, tan siquiera la autora se hubiera esforzado un poco más en añadirle personalidad para que así llamara más la atención. Tal vez lo único que me gustó de todo el rollo fue Jacob (que tuvo un rol muy pequeño, la verdad), la canción Decode (fan de Paramore XDD) y la escena donde los Cullens juegan béisbol.

Twilight es una obra que se pasa de ñoña porque ningún vampiro que se precie de serlo ha demostrado tener una labia taaan acaramelada como la de Edward, se supone que por ser un hijo de la noche su personalidad debería ser al menos un poco más misteriosa, frívola, manipuladora, sádica o lo que se le parezca. También no le haría mal cambiar su cama de niño por un buen ataúd, tener por lo menos tres novias (y de preferencia, de su misma raza), odian a los hombres lobo con todo su ser, no repiten los cursos escolares por tantas décadas (es más, para eso tienen bibliotecas, para no tener que salir), no hay nada que les guste más que la sangre humana (eso de ser "vegetariano" simplemente no concuerda, al menos sangre artificial es más creíble), podría manipular a los murciélagos o convertirse en uno, etc...

Pero nooo, Stephenie Meyer tuvo que revolver las cosas a tal punto que no tengo ganas de ver a un vampiro ni en pintura. ¡Y todavía mi hermano quería regalarme el libro de Crepúsculo para mi cumpleaños! Si se atreve a hacerlo en Navidad, les juro que lanzo la novela por la ventana o la quemo. Yo sigo prefiriendo las historias de Anne Rice, que al menos se apega a la lógica vampiresca que tanto fascina a la gente.

Irónicamente, Twilight ha vendido alrededor de 85 millones de copias en todo el mundo, lo que lo convierte en un best-seller. Es como dije antes, hay de gustos a gustos, y por eso si me topo con un fan de Twilight, simplemente me concentro en señalar las pocas cosas que me gustaron del mismo.