Si me pongo a comparar las Noches de Brujas que celebraba de pequeña con las que he estado festejando en estos últimos cinco años, diría que de adulta lo gozo más. Chequen nada más lo que hice en esta ocasión:
No elegí disfraz alguno porque estaba corta de efectivo y por un momnento creí que me la iba a pasar encerrada en la casa viendo un asqueroso repertorio de películas chafas de terror... hasta que hurgando en las películas de mi hermana me topé con la del Castigador. Entonces se me prendió el foco y corrí a la gasolinera más cercana y al volver salí a la calle para trazar algo con gis en el suelo...
Cuando empezó a oscurecer, todos los niños de mi cuadra estaban preparándose para pedir sus respectivos dulces. Me jodió que mi hermana me estuviese casi suplicando que maquillara a la odiosa de Carla, a lo que rotundamente me negué porque ya lo había hecho con anticipación pero la muy méndiga se despintó sólo porque se le pegó su puñetera gana. Me limité a ponerle ojos de mapache y pintarrujearle la boca con colorete barato. Cuando Fanny y su novio Alan salieron con Carla y su amiguita Rebeca a pedir dulce o truco, yo me apresuré a rociar gasolina en el dibujo que había trazado anteriormente para luego ocultarme debajo de la camioneta de un vecino esperando pacientemente...
Afortunadamente, no pasaron ni cinco minutos porque a lo lejos escuché a una parvada de mocosos que gritaban. Yo los reconocí por ser hijos de una vecina con la que me había peleado a lo grande el mes pasado y a la que le juré venganza.
"¡Queremos, jalowin! ¡Queremos jalowin!"
"Tengan su Jaladowin..." murmuré desde debajo del vehículo mientras estiraba una mano con el encendedor de mi hermana.
Los niños parecieron darse cuenta de mi presencia y estuvieron a punto de echarse a la fuga, pero se pusieron como locos cuando vieron que una espantosa y muy desfigurada calavera de fuego aparecía en el suelo. Así es, intenté emular al Castigador trazando su símbolo, pero como no soy muy artística, no obtuve el resultado que esperaba. Aunque sí me divirtió ver cómo los engendros se daban a la fuga y chillaban diciendo que se les había aparecido una bruja.
Una hora después estaba de nuevo en casita con un tazón de caramelos que les repartiria a los incautos que tocaran a mi puerta, cuando entró mi mamá toda espantada.
"Aby, no me vas a creer esto pero alguien le quiso prender fuego a los niños de Doña Petra. Dicen que vieron a un chamuco y quién sabe qué tanta cosa. Hasta yo vi la calavera en el piso"
... y yo me hice la wey al respecto...
P.D.- ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CARNAL!! ¡¡CADA DÍA TE PONES MÁS VIEJO, JUA, JUA, JUA!!
Collage en tres actos
Hace 3 años
1 comentario:
JAJAJAJAJA qué gandalla!! esa es buenísima, se me hace que la aplicaré a la menor provocación. Gracias por la idea.
Saludos Enfermos.
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