miércoles, 23 de noviembre de 2011

Jetones en la Oficina

¿No les ha pasado que en plena vía o evento público les pilla una flojera tremenda? Lo más típico es abrir la boca como león, rumiar un poco y estirarse más que El Señor Fantástico. Otros, simplemente se quedan jetones donde sea, especialmente los universitarios, los weyes que trabajan horas extras y los nerdos que pasaron la semana sin dormir en un intento de romper su propio récord jugando videojuegos (olvídense de los narcolépsicos).

Es gracioso ver en el metro o en el autobús a gente que se recarga en el hombro de otros para echarse un sueñecito. Casi siempre la otra persona mueve el hombro para aventar al huevón hacia el otro lado o pone cara de “Que no me babee, que no me babee…”

Creo que todo mundo sintió sueño alguna vez en la oficina o en la escuela, sí, ése que nos hace perder el conocimiento por algunos segundos (o minutos), y hace que olvides dónde estás. Recuerdo que durante mis clases de contabilidad en la prepa, (cuando mis neuronas no estaban sobrecalentadas) me caía polvo de hada en los ojos y me quedaba dormida sobre mi mano, fingiendo leer. La maestra ni cuenta se daba porque creía que yo profundizaba en mis pensamientos, y mi única preocupación era no dejar caer mi cabeza o me podrían pescar. Afortunadamente, jamás me ocurrió y pagaba el pato en los exámenes.

En todas las oficinas, y me refiero a TODAS, no falta quien caiga en los brazos de Morfeo pero si aprecian su trabajo buscarán la forma de que nadie se dé cuenta que estuvieron media hora tomando la siesta. Algunos se esconden bajo el escritorio (no es recomendable, la verdad), otros se tapan la cara tras una carpeta, unos más se largan a sacar montones de copias sólo para poder recargarse en la copiadora y a veces hay unos que se la rifan con los escondites. Por ejemplo, cuando trabajaba en la oficina de tránsito, me tocó ver a uno de mis colegas hecho bolita en el armario de los trapeadores y simplemente me morí de la risa pero sin delatarlo.

Claro que, advierto que dormirse en plena hora pico puede tener consecuencias severas, y eso lo aprendió esta señora por la mala je je je

3 comentarios:

El Perro dijo...

El problema es cuando pierdes lo que yo llamo "la vergüenza del sueño"
En vez de decir "que pena, no me voy a dormir en el camión porque me van a ver" simplemente caes como piedra. A mi me pasa :P

xhabyra dijo...

jajajajaja que cura el video!

xhaludos!

The Lizard dijo...

jajaj creo que si entodas la oficinas de repente nos llega el sueño , yo hoy por ejemplo traigo una hueva mortal....