domingo, 11 de julio de 2010

Dilemas de un Fiestón 2a parte

Hoy en la mañana lloré. Nadie me cantó las mañanitas, y me comenzaron a dar abrazos hasta que habia transcurrido alrededor de una hora. No desayuné a gusto porque mi mamá criticó la forma en que yo quería hacer la fiesta y por el enojo me largué al centro a comprar las cosas que iba a necesitar. Normalmente soy una chica que sabe administrar bien su dinero, pero cuando me siento herida sucumbo a la tentación de gastar a lo bruto... y esta vez no me zafé de esa maña. Mejor ni les digo cuánto me gasté, pero me divertí bastante yendo de compras con mi sobrina Cristy.

Pasado del mediodía regresé a mi casa con un montón de bolsas con mis compras... El mejor momento de esa mañana fue cuando a mi hermana Ruth le hice entrega de un rosario de cuentas de cristal. Ayer que fue a tramitar unos papeles le quitaron la visa y ya se imaginarán cómo estaba de deprimida. Mi propósito al regalarle eso fue devolverle la fe en la vida, en que si ocurrió eso fue para indicarle que verdaderamente pertenece a este país. Al menos así ya no nos preocuparemos porque la pobre arriesgue el pellejo viviendo de ilegal en Estados Unidos.

Justo cuando estaba en la ducha llegó Cindy con un bello regalo que ella misma envolvió. Yo sé que siempre puedo contar con ella para todo, y agradecí profundamente su presencia. Ya llevaba dos meses sin verla a la condenada, así que de inmediato no perdimos momento para ponernos al corriente con los chismes de nuestras absurdas vidas de solteras suburbanas XDDD

Ya bien entrada la tarde comenzaron a llegar el resto de la parentela cercana, y hasta me puse de lo más happy con un lindisimo pastel que mi cuñada Tiky me preparó. Debo admitir que los adorna más bonitos que yo y el betún le sale mejor ^_^U Ýa para ese entonces me encontraba bien entrada con el tequila. Obviamente no estoy borracha, ya ni cuando me empiné seis caballitos, tres vampiros y un Caribe Cooler.

Nomás para aclarar, les digo que cambié el menú de taquitos a hamburguesas. Les dije que yo cambiaba de opinión con mucha frecuencia ja ja ja

A la hora de cortar el pastel, me achicopalé re' gacho porque todos estaban ahí menos mi mamá y mi hermana Ruth. Ambas ocupadas con el teléfono (mi ma' con su novio y mi sister con el perejiliento de su marido). Mi hermano Victor dijo que yo era una exagerada y con eso bastó para hacerme llorar. De nuevo reitero que soy demasiado sensible y que a veces lloro por cosas que ni al caso. Y ni digan que es por los efectos del alcohol que yo siempre he sido así.

Cuando ya más de medio mundo se había retirado, me agarré un rato al karaoke y un par de tragos finales antes de éncontrarme en este lugar. Se supone que ya debería estar en mi cama, así que les dejo con esta reseña de mi fiesta improvisada de cumpleaños. Muchas gracias a todos por sus felicitaciones que me las llevo grabadas en el corazón.

¡¡Besos!!

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