jueves, 9 de diciembre de 2010

Reflexiones

Mientras estaba trabajando, escuché por la radio que habían matado a dos personas en una colonia de mi ciudad, cerca de donde yo vivo, y me indignó que hubiera tanta violencia aquí. Diariamente hay muertos, así que no me pareció tan raro y le resté importancia.

Esta noche llamó por teléfono una amiga de mi mamá. Como no traía los audífonos puestos, alcancé a oír que ella decía "No puede ser" y a cada rato soltaba suspiros de pena, lo que me procupó. Cuando colgó, le pregunté qué onda... me dijo que habían matado a Héctor a media calle hoy por el mediodía.

Héctor es el hermano de una amiga de la familia a quien nosotros conocíamos bien. Particularmente yo no era demasiado cercana a él, pero igual no esperaba que se fuera a morir de la noche a la mañana. Realmente lo siento mucho por nuestra amiga porque ella nos ha ayudado mucho, hace que mi mamá viva sus años dorados al máximo y me ha echado la mano en contadas ocasiones.

Como mañana trabajo de igual manera, no puedo acudir hoy a darle el pésame a la familia. Mi mamá sí fue y me dejó a cargo de la casa. Mientras venía de la tienda, no pude evitar pensar en mi hermano, mi único hermano. ¿Que haría yo si a él también lo agarraban a plomazos en un día cualquiera? (Dios no lo quiera). Me abruma pensar en ello, pero fue necesario para comprender que la vida tiene sus dimes y diretes, y uno debe disfrutarla al máximo, o por lo menos, acercarnos más a nuestros seres queridos. Con eso de que trabajo hasta la tarde y no alcanzo a comer en familia, no puedo abrazar a mis hermanos, a mis niños o a mis amigos... pero me he propuesto hacerlo para antes de que termine el año.

Mientras tanto, escribiré cartas para todos porque me resulta más fácil expresar mis sentimientos con letras, aunque si es necesario, también podría decirlas en vivo y en directo.

1 comentario:

El Pensador Mexicano dijo...

Qué mal lo de tu conocido! y efectivamente así es la muerte: intempestiva y valemadrista, no se fija en a quién se lleva, simplemente llega, toma lo que quiere y se va.