Eso es lo que no deja de recitarme mi conciencia desde que me enteré de un par de cosas interesantes respecto a la actual relación que tiene Miguel, y también sobre el revoltijo que tengo en la mente y el corazón.
Nancy (la actual novia del "cuajado") es una chava normalita pero de lo más tonta, y no es por celos sino porque de verdad no usa su cerebro. Pienso que está bastante flacucha porque es muy remilgosa con la comida, pero bueno, a mi eso me tiene sin cuidado ya que yo mido a la gente (sobretodo si se trata de féminas) por su capacidad de razonamiento. Miguel está de lo más contento a su lado, pero lo que ignora es que Nancy está embarazada... y obvio que el pequeño no es suyo. Digo, apenas llevan una semana de conocerse y estar juntos.
Siempre me han dicho que soy una entrometida, una metiche y una dramática. No puedo negarlo porque sé que es verdad, pero no puedo evitar preocuparme por las personas que aprecio. A Miguel le di el avión por un rato, y ahora sigo sin hablarle pero a cada rato me lo topo en el trabajo y eso sí que me mortifica. Se supone que debo guardar la distancia ahora que él tiene a su chica, y creo que estará bien si no lo pelo... a veces hasta me desespera jugar al mudito con él.
Quisiera tener la oportunidad de sincerarme con él, decirle lo que alguna vez sentí por él, hacerle ver las razones por las que no le hago caso y probablemente advertirle sobre lo engañosa que puede ser Nancy (obvio que no le confesaría explícitamente esto último)... pero el destino es algo de lo más caprichoso. Supongo que lo que está destinado a pasar, pasará...
... sólo espero que mi pecho deje de doler y que él no caiga en una trampa de lo más telenovelesca.
Collage en tres actos
Hace 3 años
2 comentarios:
En ese tipo de situaciones se me hace que lo mejor seria lo explicito... las telenovelas son lo peor del mundo
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