martes, 11 de noviembre de 2008

La Rubia que no Era

Como el mes que entra voy a entrar a trabajar, procuro disfrutar mi tiempo con los amigos y precisamente me la pase bien chido con mis amigos varones en un bar, y no por los tragos, chequen lo que paso:

El sábado fui con mis cuates a una fiesta en casa de un conocido, y aunque no baile con nadie, si que nos estábamos divirtiendo. En medio del reven, otro amigo nos llamo diciendo que se le habían pasado las copas y que lo lleváramos a su casa. Fastidiados de hacerle el favor, nos fuimos en la camioneta de uno de los chavos hasta casi el otro lado de la ciudad para recoger al briago de Juan José.

Cuando lo levantamos, el venia mirando hacia el camino pero yo estuve atenta con los chavos de adelante porque los vi que planeaban la venganza, y yo me les uní con cierto disimulo aunque la verdad no sabia ni que onda. Nos detuvimos en otro bar porque se les antojo jugar billar (supuestamente) y Alan dijo que el que pudiera ligarse a una chica rubia iba a recibir tragos gratis por un mes. El caso es que mi amigo Juan José le entro a la jugada y de inmediato se acerco a una rubia despampanante que estaba sentada en un rincón. Ellos dos bebieron un par de copas y al ratito se despidió de nosotros.

Sin embargo, mis cuates no estaban para nada enojados, al contrario, supe que ellos habían hecho la apuesta para una causa en particular: venganza…

Unos minutos mas tarde, decidimos irnos a la casa de una amiga que nos invito a cenar y mientras le entrabamos a la comida, Alan recibió una llamada…

Era Juan José.

“¡NO MAMES GÜEY! ¿Por qué hiciste esa ****** apuesta?”
“¿De que hablas? Si tu eres el briago que se fue con esa tipa”
“¡Bien que sabias todo!”
“¿Yoooo?”
“¡Si tu! Inche ******”
“A ver, explícate, hombre”
intervine yo.

Juan José no estaba para nada calmado, nos explico que se había ido a la casa de la rubia. Al llegar, ella se puso una bata muy sexy, preparo unos cocteles, le dio un masaje en los hombros y se empezaron a acariciar. De pronto, èl dio un salto espantado: la rubia espectacular no era una rubia… ¡ERA UN RUBIO! Juan José salió huyendo del lugar y juro que nos iba a despedazar a todos… ¡incluyéndome a mi!

Claro, la risa fue general y después supe que mis amigos ya conocían al personaje y que le habían dejado caer en la trampa por habernos sacado de la fiesta. Claro que el pobre no nos volvió a hablar pero apenas ayer me llamo para decirme que yo quedaba libre de acusaciones.

Menos mal que me divertí de a gratis y sin recibir una canallada de esas a cambio.

4 comentarios:

Nora dijo...

Que envidia la buena vida de la juventud. Aprovechala y sigue divirtiendote. Besos

Joel dijo...

simple y sencillamente...

QUE OJETES!!! jajaja

en fin, que divertido es hacer esas bromas!!

Feliz inicio de semana

Mariana dijo...

sip jaaajaa k feitos!! jajaja lo bueno es k no andaba "demasiado ebrio" como para dejarse violar!! que le vea el lado amable, ya tiene que contarle a sus nietos y pa k se le kite lo golfo!!

Besos

TU MADRE dijo...

jajjajjaj muy bueno. Muy buena vida para vos.