sábado, 1 de enero de 2011

After Party...

Olvídense del titulo en inglés. Mera falta de originalidad después del relajo de ayer por la Noche Vieja.

No nos tuvimps que preocupar demasiado por la cena, porque todos nos conformamos con chutarnos un buen plato de menudo y el postre corre por mi cuenta. Pero como este año terminé sin in quinto (joder, ¡seré pobre este 2011!) no pude darme ese lujo. Nadie protestó, pero Fanny estuvo muele y muele con que quería dulces. Un flan, para ser más específicos.

"Aby, haz flan con mucho caramelo" me suplicó.
"No, y ya deja de estar jodiendo"
"Vete a la mierda"
"Vete tú primero"


En la noche teníamos planeado poner unas bocinotas y cantar hasta quedarnos sin aire... pero por irle haciendo la competencia a una señora, mi hermana le aceleró al autó y tiró su karaoke. Nos quedamos sin música para variar XP

Mi mamá, en cambio, estaba toda vuelta loca con los rituales de Año Nuevo. ¿Alguien de ustedes los sigue? Yo no soy muy asidua a hacerlos, pero en ocasiones resultan divertidos. Mi ma' sacó unas maletas, compró un kilo de lentejas (para arrojarlas, no para comerlas XD), consiguió panties rojas de quién sabe donde, pidió morralla y la echó en su cartera, y se comió varias cucharadas de miel.

A mí casi me arrastró para hacer todo eso pero me negué rotundamente... excepto cuando empezó a esparcir lentejas como si estuviésemos en una boda. Yo tomé varios puñaditos y ataqué con ellos a mi hermano, quien se estuvo burlando de mí por enviciarme con la bebida. No sé porqué a estas alturas sigue creyendo que yo soy tan torpe como para ponerme hasta las chanclas.

Vino casi toda la familia, con excepción de mi sobrina Cristy porque se quedó en casa de Lupita. Oh, sentí como si yo fuese un simple taco de canasta y me hubiesen cambiado por una Big Mac. ¡Y no me llamen exagerada que no es mi culpa ser demasiado apegada a la familia!

Toda la noche me sentí paranoica porque como tengo por vecinos a un montón de brutos machistas y uno de ellos está armado, pensé que se agarrarían a tirar balazos al aire en cuanto dieran las doce campanadas. Cuando escuché truenos, casi salto encima de mi hermano aunque sólo le di más razones para tomarme el pelo porque resultaron que sólo eran "palomas" tamaño industrial. Sólo pude calmar mis nervios echándome un trago generoso de tequila puro, pero a consecuencia comencé a... bueno, lo que se dice "ponerse caliente".

Quise llamar a Antonio para ver si podía venir a echarme mis buenos cubetazos de agua helada, pero no me contestó, y recordé que el muy puto se había ido a pescar chicas que estuvieran dispuestas a "aflojar". Tardé un buen para enfriarme, y tuve que pensar varias veces en mis cuñados usando bikini. ¡Ascooo!

En medio de pláticas, bromas y tragos la noche se nos fue volando. Todos, incluyendo a mi mamá, se fueron por distintos rumbos: a sus casas, a saludar a los amigos, o a meter las narices en fiestas ajenas. Yo me quedé en mi casita porque ya había tenido suficiente por esa noche. Mi única compañera fue la botella de merlot, y mi inseparable cuaderno. Ya es hora de que vuelva a las andanzas de la escritura...

¡¡Feliz Próspero Año Nuevo 2011!!!

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